Sin trucos, sin permanencia y sin letra pequeña. Así es cómo Viva Energía ha conseguido posicionarse en el mercado eléctrico frente a las grandes eléctricas, multinacionales convencionales que solo buscan su propio beneficio económico. Frente a este tipo de ideología empresarial, Viva Energía tiene un solo objetivo: que sus clientes paguen un precio justo por la luz y el gas que consumen.
La comercializadora nace del deseo de acabar con los intereses económicos que engordan los precios de la energía para beneficiar a las grandes empresas del sector. Por ello, Viva Energía surge con capital 100% español y con personal propio, es decir, en Viva solo trabajan trabajadores y trabajadoras de la región contratados directamente para garantizar su profesionalidad y proximidad a los clientes.
La cercanía es clave para la rapidez en los servicios de mantenimiento, cuya calidad ya caracteriza a los ofrecidos por Viva Energía. Además, la contratación desde los pueblos y ciudades de la región garantiza la reactivación de la economía local y favorece la empleabilidad. Se trata de una línea de negocio que aboga por la sostenibilidad ya que recortando distancias entre equipos y clientes, Viva Energía reduce su huella de carbono.
Desde Viva Energía, aseguran el diseño de mejores tarifas, adaptadas al consumo de luz y gas de cada uno de sus clientes. De esta forma el ahorro está garantizado bajo otra de las premisas que diferencian a la compañía: la ausencia de permanencia.